viernes, 2 de mayo de 2014

Concentración frente a la oficina de empleo para exigir Trabajo Digno y Renta Básica (Marbella, 30 de abril de 2014)



El pasado miércoles 30 de abril, la Plataforma Marchas de la Dignidad 22M Marbella-San Pedro Alcántara se concentró frente a la oficina de empleo Las Palomas para exigir Trabajo
Digno y Renta Básica, secundando la campaña estatal de movilizaciones, con más de 400 concentraciones y ocupaciones de las oficinas de empleo en todo el estado español (60 de ellas solo en Andalucía).



En Marbella, la Plataforma 22M compuesta por el SAT Marbella, 15M Marbella-STOP Desahucios, CUT Marbella, IULV-CA Marbella-San Pedro y U3R reunió a 30 personas para ocupar pacíficamente la oficina de empleo, con el objetivo de repartir octavillas entre las personas desempleadas y l@s funcionari@s y leer el manifesto estatal. No obstante, agentes de la policía nacional impidieron el paso a los manifestantes y solo pudieron entrar en la oficina una pequeña representación de los mismos y bajo la prohibición de sacar ninguna foto dentro de la oficina.



Andalucía posee la mayor tasa de desempleo de Europa, con más de un millón de trabajadores y trabajadoras en paro. Más de 6 millones de personas en el Estado español no tienen trabajo por culpa de unos gobiernos que obedecen los dictados neoliberales de la Troika, el instrumento de los banqueros y los grandes empresarios para seguir enriqueciéndose a costa del pueblo trabajador y explotado. Los ricos son más ricos y las familias trabajadoras sufren más.




Hemos llegado a esta situación dramática por culpa de las medidas antiobreras del Partido Popular, como su última reforma laboral, que nos quitaba todos los derechos laborales y abarataba el despido. La reforma del artículo 135 de la Constitución Española, perpetrado por PP y PSOE en el Gobierno Zapatero también fue otro golpe al pueblo trabajador, ya que establecía que nuestra prioridad era pagar una deuda ilegítima, recortando para ello nuestros servicios públicos.



Cuando los gobiernos gobiernan contra el pueblo, tengan las siglas que tengan, pierden toda su legitimidad. La desorbitada tasa de desempleo es una muestra más de que la lucha de clases no es algo del pasado, sino que rige nuestras vidas aquí y ahora: para que los trabajadores y trabajadoras tengamos una vida digna, debemos luchar, aquí y ahora, contra los que nos oprimen: los banqueros, los grandes empresarios y sus gobiernos siervos.

Entramos en la oficina para negociar
El 22 de Marzo fue una fecha histórica. Un millón y medio de trabajadores y trabajadoras nos manifestamos en Madrid para luchar contra un gobierno y un sistema que no nos representan. La derecha hizo lo único que sabe hacer: reprimir con violencia y mentir a través de sus medios de comunicación. Las Marchas de la Dignidad no acabaron el 22 de marzo, porque la lucha solo acabará cuando hayamos acabado con nuestros enemigos para obtener una vida digna.

Aquí os dejamos el manifiesto estatal que se leyó en todas las ocupaciones:

"Las Marchas de la Dignidad hemos acordado que la primera acción de continuidad del 22M sea una jornada de lucha contra el paro masivo. Hay más de seis millones de razones para esta movilización. Somos más de seis millones de personas en todo el Estado español las que estamos sufriendo el drama del desempleo. La mitad no recibimos ninguna prestación y un millón y medio recibimos la ridícula ayuda de 426 €.

Conseguimos leer el manifiesto
dentro de la oficina de empleo
El paro masivo es la demostración palpable de la ineficacia de un sistema, el capitalismo, que sólo favorece a los intereses de los poderosos y de unas políticas fracasadas, las de la Troika, que sólo miran por los bancos y las grandes empresas y castigan a las personas.

La última reforma laboral, presentada a bombo y platillo como la solución, ha resultado un desastre para la creación de empleo. Cada minuto se destruye un empleo, y el que se genera es precario, es la expresión gráfica del fracaso absoluto de las políticas neoliberales.

No nos engañemos. La reforma laboral va asociada a un conjunto de ataques contra las conquistas y derechos de la mayoría social. El recorte de las pensiones, la reforma de la administración local, la reforma educativa, el desmantelamiento de las ayudas a las personas dependientes, el pago de la deuda, el aumento de la edad de jubilación, la destrucción de los servicios públicos de sanidad, justicia o educación, la pérdida de poder adquisitivo, la esclavitud hipotecaria, la precariedad laboral, los desahucios, la involución en las políticas de igualdad… forman parte de una brutal ofensiva contra los de abajo, contra la clase trabajadora, contra la ciudadanía, contra el pueblo. 

Una ofensiva que busca robarnos derechos para engrosar sus beneficios y sus cuentas en los paraísos fiscales. Prueba de ello es que desde que estalló la crisis ha crecido el número de personas millonarias mientras el número de personas con pobreza severa se ha doblado.

Ante este escándalo la respuesta del poder establecido siempre es la misma: la represión, que busca criminalizar la protesta social ante los desmanes de los gobiernos. Una represión que vivimos especialmente en la jornada del 22M y días posteriores. Una criminalización ejecutada desde todos los ámbitos, incluidos los medios de comunicación oficiales, y desplegada como cordón sanitario para tratar de impedir que la población se una masivamente a la lucha.

Hoy queremos recordar a dos compañeros que están sufriendo injustamente la represión y la cárcel. Miguel, de 20 años, e Ismael, de 18. Dos jóvenes inocentes que están sufriendo en sus carnes la represión brutal de este gobierno que pretende con su Ley Mordaza y sus conspiraciones para-policiales convertir la movilización ciudadana en un conflicto de orden público.

Nuestra respuesta tiene que ser la de la movilización, la organización y la unidad. Y avanzar, tal y como lo estamos haciendo, para dar más y mejores respuestas a cada uno de sus ataques. El primer paso, debe ser darnos cuenta de que la solución la debemos encontrar colectivamente y que no
será callando como empezaremos a hacerla realidad. Hay que tomar las riendas. No es hora de esperar que nos solucionen nuestra vida. Es hora de organizarse e iniciar la construcción de una sociedad más democrática e igualitaria, con un modelo productivo y económico sostenible, al servicio de las personas.

Esta es una movilización por el empleo digno, contra el pago de la deuda, por la renta básica, por los derechos sociales, por la libertades democráticas, contra los recortes, la represión y la corrupción, por una sociedad de mujeres y hombres libres; es un acto contra el capitalismo, y su expresión en el Estado español, el régimen borbónico, y unos gobiernos que nos agreden y no nos representan.

La dignidad sigue en la calle exigiendo PAN, TRABAJO Y TECHO."


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