jueves, 22 de mayo de 2014

¿Para qué sirven unas elecciones europeas? Organizaciones obreras y parlamentarismo burgués.

Artículo de Opinión: ¿Para qué sirven unas elecciones europeas? Organizaciones obreras y parlamentarismo burgués.

1. Parlamento europeo: el paradigma del parlamentarismo burgués.

La ideología dominante (que no es otra que la de la clase dominante, la burguesía) nos ha grabado a fuego la idea, tras generaciones de leyes, imposiciones y tradiciones, que “democracia” significa votar cada 4 años (o cada 5, en el caso que nos ocupa), dando carta blanca a los políticos de turno (socialdemócratas-neoliberales o neoliberales-fascistas)para desplegar una serie de medidas que invariablemente favorecen económica y socialmente (en mayor o menor medida, de manera más o menos evidente) a la oligarquía. El Estado, el gobierno y la democracia no son la manifestación de la voluntad popular, sino simplemente herramientas de opresión de los banqueros y los grandes empresarios para mantener su poder y sus obscenos privilegios. Cualquier partido político, por muy izquierdas que se considere y por muchas buenas intenciones que tenga, acabará sucumbiendo a los dictados de la burguesía si no acomete la tarea de acabar con el sistema económico capitalista y con la clase a la que representa. Y si, en el mejor de los casos, quisiera hacerlo, tendría que contar con el poder de la lucha en la calle, con la rebelión popular, con la clase trabajadora y las masas en un proceso revolucionario, único motor de cambio en la lucha de clases.

En el caso del Parlamento europeo, la situación es más sangrante aún: una cámara de 754 diputados (más el presidente) que en la práctica no tiene poder decisorio alguno, ya que sus funciones (función legislativa y aprobación del presupuesto de la Unión Europea) están supeditados a otros órganos no elegidos por el pueblo, como la Comisión Europea (integrante de la Troika, junto al Fondo Monetario Internacional y el Banco Europeo, responsables directos de la modificación del artículo 135 de la constitución española, que imponía “una estabilidad presupuestaria” que en la práctica era priorizar el pago de la deuda de los banqueros y grandes empresarios a costa de recortar al pueblo trabajador). Nada mejor que el Parlamento Europeo para demostrar la falsedad de la democracia capitalista y del Parlamentarismo burgués.

Resumiendo: Rajoy, Merkel, Hollande o Susana Díaz son monigotes trajeados controlados por banqueros y grandes empresarios, que son los que realmente ejercen el poder a través de los parlamentos burgueses. La persona que quiera acabar con el sistema capitalista tendría que recordar esta (manida) cita de Lenin (probablemente la cita más utilizada por anarquistas en tiempo de elecciones):

“Sólo los bribones o los tontos pueden creer que el proletariado debe primero conquistar la mayoría en las votaciones realizadas bajo el yugo de la burguesía, bajo el yugo de la esclavitud asalariada, y que sólo después debe conquistar el Poder. Esto es el colmo de la estulticia o de la hipocresía, esto es sustituir la lucha de clases y la revolución por votaciones bajo el viejo régimen, bajo el viejo Poder.”  
Ya volveremos más adelante a esta cita (y al documento al que pertenece). Pero ahora, tras la exposición realizada, la conclusión lógica no debería ser otra que la de no participar en esta pantomima de elecciones europeas, ejerciendo la abstención activa o directamente el boicot. ¿Verdad?

Pues no. Las organizaciones revolucionarias deben participar en estos comicios electorales. ¿Razones? Más de 15 millones de razones.

2. ¿El Parlamentarismo burgués “ha caducado” políticamente? ¿A quién beneficia la abstención-boicot?

Una organización revolucionaria debe boicotear unos comicios electorales cuando el parlamentarismo burgués haya caducado políticamente, esto es, cuando la inmensa mayoría de la clase obrera y las masas se hayan dado cuenta de lo que cualquier activista ya sabe: que el parlamentarismo burgués es una farsa al servicio de la burguesía y que la auténtica democracia consiste en ejercer el control directo a través de asambleas populares y comités democráticos. Es más, si las masas ya han llegado a esa conclusión, el doble poder popular ya debe estar manifestándose en las calles, siendo un rival para el poder “oficial”. Pero mientras grandes sectores de la clase obrera y de las masas sigan viendo el parlamentarismo burgués como la auténtica democracia y sigan creyendo que la solución a sus problemas es votar cada 4 ó 5 años a un partido, delegando su auténtico poder en una casta política que tiende a alejarse del pueblo, entonces, no nos engañemos, las condiciones objetivas no son propicias para hacer un boicot a los comicios electorales, porque, lo queramos o no, la atención de la clase obrera y las masas está puesta en esos comicios electorales.

Lenin advertía a l@s activistas que tuvieran cuidado con confundir su ideal político con realidades objetivas. Es nuestra obligación decirles a la clase obrera y a las masas que el parlamentarismo burgués no es la auténtica democracia, pero, al mismo tiempo, debemos analizar el estado de conciencia de la clase obrera y de las masas en su conjunto, no solo de su vanguardia. Para l@s activistas está claro que el parlamentarismo burgués ha caducado políticamente, pero ¿ha caducado para la clase obrera y para las masas? Ésa es la primera pregunta que hay que responder si no queremos correr el riesgo de quedar aislados de la clase obrera.

Tomando los datos de las últimas elecciones al parlamento europeo, un total de 15.761.963 personas participaron en los comicios (46% del censo electoral), de los cuales más de 12 millones optaron por el bipartidismo neoliberal PP-PSOE. La abstención fue muy elevada, el 54%, aunque, paradójicamente, fue menor que la de los comicios de 2004 (54,86%). En Andalucía, la participación fue del 42,41% (2.621.293 votantes), con una abstención del 57,59% (3.559.814 votantes) aunque, de nuevo, la tendencia a la abstención fue menor que en las elecciones del 2004 (59,12%). En los comicios del 2014 se espera una abstención del 60%. Bueno, eso nos deja con todo un 40% de ciudadanos/as que todavía ven las elecciones burguesas como una vía de cambio, un 40% que será carne de cañón del bipartidismo neoliberal, que utilizarán los resultados de estas elecciones como balones de oxígeno para mantenerse en el poder o para intentar recuperarlo. Si los trabajadores y trabajadoras conscientes deciden abstenerse, bien por la pantomima del Parlamento Europeo, bien porque la inmensa mayoría de las organizaciones de izquierdas padecen el virus de la socialdemocracia, entonces, el bipartidismo volverá a arrasar, consiguiendo munición para las futuras elecciones municipales, autonómicas y estatales.

Algunos abstencionistas argumentan que la abstención activa es una manera de deslegitimizar el sistema. ¿Es eso cierto? ¿la elevadísima abstención de las elecciones del 2009 deslegitimizó al Parlamento Europeo? ¿la abstención del 54% hizo daño a la Unión Europea o al sistema capitalista? ¿Lo hará una abstención del 60%? La idea de que tod@s nos vamos a poner de acuerdo y nos vamos a abstener en masa, unánimemente, es una ilusión ácrata alejada totalmente de la realidad de la conciencia de la clase obrera y de la lucha de clases. ¿La abstención de la gente de izquierdas en las últimas elecciones generales del Estado Español supuso un daño al sistema capitalista o al bipartidismo? No, al contrario, la abstención (debido a la ley electoral) le dio una mayoría absoluta ilegítima a un gobierno franquista y neoliberal, dándole vía libre para aplicar las directrices de banqueros, grandes empresarios y obispos pedófilos.

La influencia del Parlamentarismo burgués en la clase obrera es muy real. Fomentar el boicot cuando no existe una fuerza popular que contrarreste el poder institucional lo único que hace es dañar a la clase obrera y a nuestra labor revolucionaria. 

¿Cómo podemos conseguir que la clase obrera y las masas vean al parlamentarismo burgués como lo que realmente es? Solo hay un camino: organizando al pueblo, creando poder popular a través de la desobediencia civil, de la acción directa, de las manifestaciones, ocupaciones y huelgas, enseñando pacientemente las tradiciones de lucha del movimiento obrero y demostrando, con la teoría y la práctica, con las ideas y con la acción, que el único camino para conseguir un mundo mejor es la lucha en la calle. La lucha del barrio de Gamonal o la movilización histórica de las Marchas de la Dignidad del 22M son dos ejemplos recientes de que cuál es el campo de batalla de la lucha de clases.

3. ¿Cómo debe participar en unas elecciones un partido revolucionario?

Un proceso electoral es otra oportunidad que tienen los partidos revolucionarios para hacer su labor de agitación y propaganda revolucionaria. Para mantener su poder, la burguesía debe desplegar estas pantomimas de elecciones “democráticas”, esforzándose para hacer creer al pueblo que existe la igualdad y la libertad de elección, creando instrumentos y mecanismos para dar una imagen de imparcialidad y ecuanimidad. Pues bien, utilicemos esos mecanismos e instrumentos para nuestra labor revolucionaria, dándole la vuelta a la situación, utilizándolos como cajas de resonancias para educar a la clase trabajadora y a las masas. Durante 15 días, a la ideología dominante no le queda otra opción que llamar la atención de la clase obrera y de las masas a nivel político. Pero lo hace bajo unos límites controlados. Rompamos esos límites ahora que la atención de la clase trabajadora y las masas están dirigidas a la política en abstracto; revelémosles que el voto por sí solo no cambia las cosas, que la lucha no se hace en los despachos, sino en la calle. Entremos en este obsceno circo electoral, pero siguiendo nuestras propias reglas, conservando en todo momento nuestra independencia a la hora de lanzar un mensaje: un cambio de gobierno no es suficiente, hay que cambiar el sistema. Y el sistema se cambia con la lucha de la clase obrera en las calles, organizándose en asambleas democráticas. El estado y el parlamento son instrumentos de la burguesía para oprimirnos, por eso debemos estar presentes en esos instrumentos, para decirles a la cara la verdad de su tiranía, para entorpecer el dominio de la burguesía y fomentar la creación de poder popular.

Resumiendo: debemos utilizar las elecciones parlamentarias y la tribuna parlamentaria a la manera revolucionaria.

El resultado del 25 de mayo será una foto fija y tramposa de la voluntad popular, que está en constante cambio y movimiento. Por desgracia, pocos partidos que se consideran de izquierdas son auténticamente anticapitalistas, y los que a nivel estatutario aparecen como tales, sus dirigentes se empecinan en demostrar que en la práctica no lo son. Comprendo la decisión de algún@s compañer@s de abstenerse en estas elecciones, bien por la inutilidad del parlamento europeo o bien porque creen que no hay opciones auténticamente anticapitalistas y soberanistas en los comicios. Soy de la opinión que están renunciando a una herramienta de subversión del orden establecido, rechazando voluntariamente una vía de comunicación con las masas para educarlas en sus tareas revolucionarias.

No obstante, el 25 de mayo pasará, y las personas que luchan de verdad seguirán haciéndolo, hayan votado o se hayan abstenido en estas elecciones al parlamento europeo.

El 21 de junio es nuestra próxima jornada de lucha. La clase obrera va a rodear los parlamentos de todas las comunidades autónomas del estado español en protesta por los recortes impuestos por la TROIKA (y que los gobiernos de turno acatan sumisamente). En toda Andalucía la Plataforma de las Marchas de la Dignidad 22M estamos organizando autobuses para ir a Sevilla, para luchar contra el (des)gobierno de Susana Díaz. Ahí tenemos otra oportunidad de crear poder popular, de organizar a la clase trabajadora para acabar con este sistema capitalista criminal y asesino. No la desaprovechemos.


4. La famosa cita de Lenin.

Como dije antes, hay una cita de Lenin que causa furor entre los sectores ácratas más pequeñoburgueses del movimiento revolucionario, cita que es empleada indiscriminadamente para intentar cerrarnos la boca a l@s marxistas cuando debatimos sobre la abstención (sea o no activa).

“Sólo los bribones o los tontos pueden creer que el proletariado debe primero conquistar la mayoría en las votaciones realizadas bajo el yugo de la burguesía, bajo el yugo de la esclavitud asalariada, y que sólo después debe conquistar el Poder. Esto es el colmo de la estulticia o de la hipocresía, esto es sustituir la lucha de clases y la revolución por votaciones bajo el viejo régimen, bajo el viejo Poder.”  
Vale, la cita es impecable y refleja una verdad como un templo. Pero el problema de las citas es que, si las sacas de contexto, puede decir lo contrario de lo que expresa el autor, y defender las “tesis” del citador. Por eso rogamos encarecidamente que se lea el texto en su conjunto.

Esta cita en cuestión proviene de la obra de Lenin, “Saludo a los comunistas italianos, franceses y alemanes”, publicada en octubre de 1919 en el num. 6 de la revista "La Internacional Comunista".  En dicha obra, tras hacer una enumeración de los avances del comunismo en Italia, Francia y Alemania, Lenin hace mención a un problema surgido entre los comunistas alemanes: el debate sobre si es correcta o no la participación de una organización comunista en el parlamentarismo burgués. A parte de la cita anteriormente expuesta ¿qué más decía Lenin en su obra?

“Las discrepancias entre los comunistas alemanes se reducen, por lo que yo puedo juzgar, al problema relativo a la "utilización de las posibilidades legales" (como decían en 1910-1913 los bolcheviques), a la utilización de los parlamentos burgueses, de los sindicatos reaccionarios y de la "ley sobre los consejos" (Betriebsratgesetz) , desfigurados por los Scheidemann y los Kautsky, y a la participación en semejantes organismos o al boicot de ellos. 

Los bolcheviques rusos hicimos frente a esas mismas divergencias en 1906 y en 1910-1912. Y vemos claramente que en muchos de los nuevos comunistas alemanes se deja sentir sencillamente una falta de experiencia revolucionaria. Si hubiesen conocido un par de revoluciones burguesas (la de 1905 y la de 1917) no propugnarían tan incondicionalmente el boicot y no incurrirían a veces en los errores del sindicalismo (…)

Desde el punto de vista de la teoría marxista y desde el punto de vista de la experiencia de tres revoluciones (1905, febrero de 1917 y octubre de 1917), considero absolutamente equivocada la negativa a participar en los parlamentos burgueses, en los sindicatos reaccionarios (de los Legien, de los Gompers, etc.), en los "consejos" obreros archirreaccionarios, deformados por los Scheidemann, etc. 

A veces, en casos aislados, en ciertos países, el boicot es justo, como lo fue, por ejemplo, el boicot de los bolcheviques de las elecciones a la Duma zarista en 1905. Pero esos mismos bolcheviques participaron en la Duma de 1907, mucho más reaccionaria y abiertamente contrarrevolucionaria. (…)

“Si se reflexiona en esta historia de la lucha del proletariado por el poder, complicada, ímproba, prolongada, rica por la extraordinaria variedad de formas y por la inusitada abundancia de bruscos cambios, virajes y transiciones de una forma de lucha a otra, aparecerá claro el error de los que quieren "prohibir" la participación en los parlamentos burgueses, en los sindicatos reaccionarios, en los comités zaristas o scheidemannistas de delegados obreros o en los consejos de fábrica, etc., etc”. (…)

No obstante, el error sigue siendo error y es preciso criticarlo, es preciso luchar para corregirlo. La lucha contra los traidores al socialismo, contra los adeptos de Scheidemann y Kautsky, debe ser implacable, pero no debe desarrollarse en torno al problema de participar o no en los parlamentos burgueses, en los sindicatos reaccionarios, etc. Esto sería un error indiscutible, y aún sería un error más grave el desviarse de las ideas del marxismo y de su línea práctica (un partido político fuerte y centralizado) para caer en las ideas y en la práctica del sindicalismo. Hay que tender a que el partido actúe en los parlamentos burgueses, en los sindicatos reaccionarios, en los "consejos de fábrica", mutilados y castrados por los Scheidemann, a que actúe en todas partes donde haya obreros, donde se pueda hablar a los obreros e influir sobre las masas obreras. Es preciso conjugar a todo trance el trabajo clandestino con el legal, haciendo que el partido clandestino y sus organizaciones obreras controlen de manera sistemática y con el mayor rigor la actividad legal. Esto no es fácil, pero en la revolución proletaria no hay ni puede haber tareas "fáciles", medios "fáciles" de lucha.”

(“Saludo a los comunistas italianos, franceses y alemanes”, N. Lenin).

¿Boicot sí? ¿boicot no? Dependiendo de las condiciones objetivas. Si el boicot nos aísla de las masas obreras, es una estrategia errónea. Si el boicot nos acerca a las masas obreras o sirve para sofocar un estallido revolucionario, es una estrategia correcta.

Juanjo Muñoz (Militante de CUT Marbella)

2 comentarios:

  1. Existen más caminos. ALTERNATIVA REPUBLICANA es el único poartido republicano que se presenta a las elecciones defendiendo a los trabajadores, denuncinado la corrupción y la dictadura democrática que se inventó Franco y que seguimos tragando graciasd al apoyo de gobiernos corruptos que compran indulgencias para la otra vida financiando a la iglesia católica con cargo a los Presupuestos Generales del Estado. La abstención equivale a abandonar el campo de batalla. Sólo es digno pelear. ABANDONAR es la forma disimiulona de HUIR.
    Como primer candidato de ALTERNATIVA REPUBLICANA puedes ver cuales son los criterios y los principios que defendemos en https://www.youtube.com/channel/UCK-nZMBMiY57EyA9WgSHzCA/feed, en https://www.youtube.com/watch?v=G4RIMFFVaf8, en @ajvvv y en alternativarepublicana.es. El 25 todos los ciudadanos tenemos una ALTERNATIVA para su voto. La mejor es ALTERNATIVA REPUBLICANA

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    1. Compañero Alfonso J. Vázquez Vaamonde, el movimiento se demuestra andando: ¿Alternativa Republicana va a apoyar la jornada de lucha estatal del "21 de junio: rodea tu parlamento" de la Plataforma Marchas de la Dignidad 22M?

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